Para empezar, voy a escribir una pequeña reseña sobre el Edificio de Herrerías y su historia. Llevo en la ciudad de Ferrol desde el año 1973, en que terminé el acceso a la Universidad en Monforte de Lemos. Creo que mi padre, aunque veterinario de profesión, era un estudioso de todo lo relacionado con la historia naval antigua.
Aficionado, también, al modelismo naval, influyó poderosamente en mi decisión de orientar mis estudios hacia la Ingeniería Naval, que en aquellos momentos solo era posible la Técnica en la Escuela de Serantes. Años más tarde, ingresé en la Armada como mecánico y después como oficial especialista.
Dentro ya de la Armada, pasé mis periodos de especialización en la antigua Escuela de Máquinas; que, en aquel momento ocupaba parte del actual edificio de Herrerías, que durante muchos años fue parte de su historia.
El barrio de la Magdalena
Lo primero que me sorprendió paseando por Ferrol, fue la estructura urbana de la Ciudad en forma de “tableta de chocolate”. Está dispuesta con seis calles alargadas, cortadas por otras nueve perpendiculares y dos grandes plazas, la de Amboage y la de Armas que actualmente para darle una nueva imagen está en periodo de rehabilitación.
Sinceramente, a mi me gustaba como estaba, aunque quizás necesitaba un “lavado de cara” en cuanto a su mantenimiento. El rápido crecimiento de la población en Ferrol, como consecuencia de la creación del Arsenal y de los Astilleros; puso de manifiesto la necesidad de proyectar un nuevo núcleo urbano anexo al primitivo “Ferrol Vello”.
A mediados del Siglo XVIII, en tiempos de Carlos III, se dió solución a este tema. Se creó, como anexo a las instalaciones navales, lo que conocemos como el barrio de la Magdalena, que nos introduce en el Ferrol de la Ilustración. Formaban parte de este nuevo barrio; una serie de construcciones de carácter industrial, como es el Arsenal Militar, los diques y ya en épocas más recientes, algunos edificios de valor arquitectónico modernistas de Rodolfo Ucha.
Edificio de Herrerías
Para mí, uno de los edificios más representativos de la época, es Herrerías. Actualmente, Herrerías acoge la sede de la Fundación Exponav y del Museo de la Construcción Naval, con el cual colaboro.
En principio, este particular edificio industrial, se levantó en el lugar que había previsto con anterioridad Julián Sánchez Bort, cuando fue nombrado ingeniero director de las obras. Este edificio tal y como lo conocemos hoy, fue pensado en el año 1781 como centro de apoyo y mantenimiento a los buques de la Armada; aunque no figuraba como tal en el Plan inicial y que fue aprobado por el Rey Carlos III, en septiembre de ese mismo año.
Herrerías, durante muchos años, estuvo ocupado por la Antigua Escuela de Mecánicos, que le dio un uso de taller, hasta la posterior creación de la Escuela de Ingenieros y de Mecánicos de la Armada, que lo utilizó como espacio de aulas y sollados. Con la creación de la nueva Escuela de Energía y Propulsión de la Armada, se deja de utilizar en el año 1998; aunque la Dirección de la Escuela, no se trasladó de una manera definitiva hasta el año 1993.
Museo de la Construcción Naval en el edificio de Herrerías
Lo primero, al rehabilitarse el edificio con el fin de ser la sede de la Fundación Exponav, en 2008 se inauguran las instalaciones por los Reyes. El Museo, en la planta baja incluye maquetas, aparatos mecánicos, sistemas de diseño, soldadura y restos de la fragata Magdalena. Después, en la primera planta, podemos recorrer la historia del principal astillero de la ría. Repasamos la historia del astillero, desde 1909 como Sociedad Española de la Construcción Naval, «La Constructora» como se conoció en Ferrol, hasta la actual Navantia.
Además, se expone también una completa colección sobre faros. En el Museo, en sus diversas salas, podemos contemplar desde lo que se puede considerar el inicio de la navegación, hasta los últimos artefactos navales como plataformas y superpetroleros. Nos adentramos también en el conocimiento del desarrollo de los procedimientos de diseño a través del tiempo. En las diferentes salas, podemos contemplar un gran número de maquetas y modelos, así como motores, aparatos auxiliares y de maniobra. Están dispuestas en diversas zonas del Museo pantallas, que mediante videos nos recrean diversas fases de la construcción, así como algún autómata para visualizar algún proceso.
En la primera planta también podemos asistir a lo largo del año, a gran número de exposiciones y alguna conferencia en la Sala de Exposiciones Carlos III. La segunda planta es de oficinas, se encuentra el archivo y la biblioteca que previa cita podemos acceder a su contenido.
En resumen
El edificio de Herrerías es quizás uno de los grandes desconocidos para la gente de Ferrol. Cuando les hablas del Museo de la Construcción Naval, muchos piensan en el Museo Naval, que es otra de las joyas de la Ciudad. En la actualidad, lo visitan gran número de colegios, cruceristas, excursiones; formando parte de la Ruta de la Construcción Naval.
Para finalizar, os agradezco que hayáis leído esta pequeña entrada para conocer el edificio de Herrerías y su historia a lo largo de este último siglo; si queréis completar información o hacer alguna consulta, podéis dejar un comentario o poneros en contacto, que procuraré responderos lo antes posible.